Este trabajo es para dar un enfoque sobre el módulo de ética periodística que estamos recibiendo en el quinto curso de graduación de la carrera de Comunicación Social. Me llamó la atención el tema del sensacionalismo que en realidad casi todos los medios de comunicación apelan a este factor muy dañino, por cierto, para el periodismo serio simplemente que se lo utiliza para conseguir rating. En la actualidad para algunos medios no importa el impacto que tal noticia va a causar en el público o las consecuencias que una noticia dicha, escrita o comentada a medias o dando importancia a los aspectos insignificantes o detalles morbosos o en otros casos dar veracidad a rumores o informaciones no comprobadas. En este detalle va dirigida mi opinión en lo que responde al sensacionalismo.
Recordar es volver a vivir dice un adagio muy popular, entonces nos trasladamos a tres años atrás un mes con 27 días para comentar un nota muy peculiar que apareció en la portada del diario La Tarde en su época naciente, en su formato de tabloide que todos conocemos o por lo menos los ciudadanos que viven y residen en Cuenca. El día viernes 1 de abril de 2005 apareció en todos los lugares de venta en la ciudad este medio escrito con su portada y la imagen del Juan Pablo Segundo con un titular Murió Juan Pablo Segundo, cuando la realidad todavía los miles de fieles y seguidores católicos en todo el mundo seguían orando por la salud del Santo Padre.
Menciono esta noticia por la importancia y trascendencia que tenía este acontecimiento, entonces vale decir que este medio cayó en el sensacionalismo por difundir una noticia no comprobada o dió veracidad a rumores o suposiciones que se hacían respecto a esta noticia, porque vale acotar que el mundo entero estaba pendiente de lo que informaban los medios de comunicación y atentos al desenlace final pues la noticia de la probable muerte del Papa era casi una realidad, por su deteriorada salud que tenía.
Entonces, esta portada o página principal que circuló un día antes de la muerte de Juan Pablo Segundo, porque la muerte sucedió el día sábado 2 de abril de 2005 a las 21: 37 minutos hora local según información proporcionada por la Santa Sede, con lo que quiero decir que este medio acudió al sensacionalismo por entregar a sus lectores una noticia de tanta trascendencia en el mundo de manera, si bien es cierto la muerte del Papa ocurrió pero no fue una noticia veraz ni comprobada.
Recuerdo que el dió en que publicó diario La Tarde y en su portada como la noticia del día como estudiantes de comunicación social opinamos y dimos nuestro criterio al respecto y además conocimos que hubieron llamadas y mensajes de todo tipo a este medio de comunicación escrito, como dicen por ahí ese día todo el personal que trabajaba en dicho medio fue un día muy duro, pues le tocó afrontar todos los comentarios y opiniones nada alentadores con respecto a su trabajo.
Este es un buen ejemplo para tomarlo en consideración ya que estamos en esta dura y difícil profesión de periodistas o comunicadores sociales. No por tener la primicia o nota del día tenemos que pubicar o decir una noticia no comprobada, cabe preguntarse ¿Dónde queda la ética profesional del periodista cuando recurre a estos aspectos como el sensacionalismo que mucho daño hace al periodismo honesto y bien practicado? ¿Qué mensaje estamos dando a la ciudadanía al no realizar un trabajo periodístico enmarcado a fomentar principios y valores a la población siempre con la misión de ayudar al bien común?.
Es importante tomar en cuenta estos ejemplos no para satanizarlos ni para menospreciar el trabajo periodístico que realizan los compañeros en estos medios, sino más bien para tomarlos como ejemplos realizando críticas constructivas y en lo no debemos caer cuando nos toca realizar a nosotros, tomando en cuenta que por este error que se publicó en la tarde le costó el puesto al que estaba al frente de la administtración y era el jefe de este medio.
Añado a este comentario que el periodista debe tener presente a diario cuando realiza la labor de comunicador, siempre fomentar el bien colectivo, ser los que guían lo opinión pública para beneficio de la sociedad, y nunca olvidar que sus comentarios ya sea mal intencionados o no siempre van a tener una reación ya sea positiva o negativa, por tanto el periodista a más de tener su formación académica y experiencia en este campo nunca puede publicar u omitir datos que beneficien a un sector o grupos de poder. En ese momento está perdiendo credebilidad y apego por oyentes o lectores que suelen ser exigentes y estar bien informados.
Por consiguiente considero que la capacidad, sagacidad y ser un periodista con nombre lo realiza el pueblo o la audiencia a la que se dirige
Maritza Mendoza
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